Tipo: Avión-cohete interceptor
Año de entrada en servicio: 1944
Escala: 1:72
Fabricante de la maqueta: Academy
Maqueta terminada: Abril de 2011
Comentario: Diseñado por Alexander Martin Lippish, el Me 163 KOMET fue un avión propulsado por un cohete con el objetivo de enfrentarse a las formaciones bombarderos B-17 de la 8ª Fuerza Aérea Estadounidense.
Se basaba en un planeador delta con una deriva vertical en la cola, al que se le adaptaba un motor cohete que le proporcionaba una gran velocidad durante unos 6 minutos. Una pequeña hélice en el morro accionaba un generador que suministraba energía a los sistemas eléctricos. La cabina carecía de presurización y asientos eyectables.
Despegaba por medio de un tren de ruedas lanzables de manera que, para aterrizar, lo hacía sobre un patín. El primer prototipo (Me 163V1) realizó su primer vuelo el 13 de agosto de 1941, siendo remolcado por un caza Bf 110 hasta los 4.000 metros de altura y alcanzando la velocidad de 1.004 km/h. Tras diversos problemas técnicos de desarrollo, así como retrasos producidos por los bombardeos aliados, el Me 163 KOMET no entró en servicio hasta mayo de 1944.
Con un peso máximo en despegue de 4.110 kg (1.905 kg), su longitud era de 5,84 metros, su envergadura era de 9,32 metros y su altura era de 2,77 metros. Su planta motriz era un motor WALTER HWK 109-509 A1 que le proporcionaba una velocidad máxima operativa de 960 km/h con una velocidad de trepada de 3.650 metros por minuto, un techo operativo de 12.100 metros y una autonomía de 7,5 minutos o 80 kilómetros.
Su armamento consistía en 2 cañones MK 108 de 30 mm con 60 disparos por cañón. Fueron construidas aproximadamente 370 unidades. La LUFTWAFFE empezó a recibir los KOMET en mayo de 1944, que fueron destinados a la I/JG 400 en la Base de Brandis (Leipzig). El balance final de su utilización fueron 9 aviones derribados y 14 pilotos alemanes muertos, 12 de ellos en accidente.
El procedimiento de ataque consistía en que los ME 163 despegaban cuando aparecían los bombarderos B-17 subiendo a gran velocidad y disparando una primera ráfaga. Daba la vuelta y volvía a atacar hacia abajo. A continuación planeaba hasta que lograba aterrizar, un momento en que era muy vulnerable.
Otro inconveniente era que su velocidad era un inconveniente a la hora de abrir fuego, ya que excedía en 400 km/h a los bombarderos.
A todo ello hay que añadir su deficiente tren de despegue y el combustible T-Stoff (80% peróxido de hidrógeno y 20% oxiquinolina) y C-Stoff ( 57 % metanol, 30 % hidrato de hidracina y 13 % agua), altamente inestable que provocó numerosas explosiones e incluso quemaduras por el simple contacto con la piel.
A todo ello hay que añadir su deficiente tren de despegue y el combustible T-Stoff (80% peróxido de hidrógeno y 20% oxiquinolina) y C-Stoff ( 57 % metanol, 30 % hidrato de hidracina y 13 % agua), altamente inestable que provocó numerosas explosiones e incluso quemaduras por el simple contacto con la piel.
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